martes, 17 de mayo de 2011

Una mezcla de nostalgia y esperanza

Cuando se habla de indígenas zulianos vienen a la mente los hermanos wayúu o guajiros—. Sin embargo, esta tierra occidental cuenta con cinco grandes etnias, aquellas que le daban vida a la pequeña Venecia descubierta por los colonizadores europeos además de los wayúus, están los añús, los japrerias, los baríes y los yukpas. Internados en el verdor de la Sierra de Perijá, aún pueden encontrarse algunos asentamientos que mantienen vivas las raíces indígenas de la región. Las dos últimas comunidades luchan por mantener su esencia y no dejarse avasallar por el paso de la tecnología y el desarrollo.
La selva fronteriza entre Venezuela y Colombia alberga, entonces, bajo su espesa vegetación, a los baríes y a los yukpas. Mitos, leyendas, costumbres, cultura y gastronomía, son particularmente distintos para ambas. Este es un esbozo para descubrir sus rostros hoy día, en un recorrido por la historia ancestral. Prepárese, entonces, para conocer de cerca a estas comunidades hermanas.
Reencuentro con el pasado                                                              
Es muy temprano en la mañana y nos disponemos a penetrar en el pasado, aunque sea por un solo día. Salimos de Maracaibo en la madrugada, respirando el sereno, antes de que salga el intenso sol veraniego. Vamos rumbo a la centenaria comunidad barí de Aruutatakae —que en barí significa “casa de tronco y hoja”— o Campo Rosario, como la conocen en el sector; para luego trasladarnos hasta la comunidad yukpa de Toromo.
El recorrido promete ser toda una aventura, sobre todo por los comentarios de quienes dicen conocer la zona. Llevamos una lista de recomendaciones y pensamos acatarlas todas, incluyendo la solicitud de un guía, para no arriesgarnos al supuesto peligro, tomando en cuenta que nos dirigimos a una zona de frontera semivirgen.
Tres horas más tarde, llegamos a la población de El Cruce, ubicada en el Municipio Jesús María Semprún, al sur del Lago de Maracaibo; una hora atrás quedó Machiques de Perijá. La ansiedad es insoportable... Luego de encontrarnos con nuestro servicial guía, continuamos rumbo por 20 minutos más, para llegar hasta nuestro primer destino.
Al final del recorrido, por una vía en aceptable estado, en medio de granjas y fincas, se abre ante nosotros Campo Rosario, con un gran letrero que nos muestra cómo el hombre de la ciudad ha ido dejando su huella tras el paso del tiempo. Esperábamos encontrar a un anciano cacique, conocedor de todo los secretos de esta cultura. Pero para sorpresa de todos, en un enorme bohío hecho de palma real y madera, se encuentra un joven barí, con la investidura propia del líder de la comunidad, compuesta por 411 indígenas, entre ellos 169 niños.
Mientras el cacique Saúl Ayoo nos da la bienvenida, observamos a nuestro alrededor como sólo se aprecian escasos vestigios de una cultura ancestral. Casas de bloque y cemento, una escuela bolivariana, una iglesia, una casa alimentaria, una modesta medicatura y hasta una cancha deportiva, se ubican en el centro de dos mil 700 hectáreas de comunidad. Hombres, mujeres, niños y hasta animales domésticos salen a nuestro encuentro. Reunidos en el gran bohío comienza nuestro paseo por el pasado.
El territorio tradicional barí que se extendía por la cuenca del Catatumbo en el Zulia, fue reducido en primera instancia por la colonización española. Las misiones católicas —especialmente las misioneras de la Madre Laura—, propiciaron la pacificación entre los baríes y los explotadores petroleros que llegaron a la Sierra a principios del siglo XX y a quienes cedieron dos terceras partes de su territorio.

lunes, 16 de mayo de 2011

Los Yukpa


Los Yukpa son un pueblo amerindio que vive en la Serranía de Perijá, a ambos lados de la frontera entre Colombia y Venezuela y habla un idioma de la familia lingüística Caribe. Un nombre alternativo fue el de motilones 'cabezas rapadas', aunque dicho nombre es ambigüo y fue aplicado también a otros pueblos de origen chibcha.
El antiguo territorio de los Yukpa se extendía desde el valle del río Cesar hasta el lago de Maracaibo. Los suelos de sus tierras fueron reducidos por la práctica de la minería industrial, lo que ocasionó durante el siglo XX fenómenos de desnutrición aguda masiva, que provocaron múltiples casos de enanismo, que ya no se presentan al estar recibiendo las comunidades ayuda alimenticia estatal. Sin embrago el territorio Yukpa sigue amenazado por la explotación de carbón y por la colonización para la siembra de coca y otros cultivos ilegales.